miércoles, 31 de agosto de 2011

Tranquilidad.

Hoy te llamé, no me pude aguantar.
Pensé que la única grieta de mi corazón que está sanando se volvería a abrir si oía tu voz, pero no fue asi y amé eso.
Estoy mejor, mucho mejor, pero no puedo irme sin terminar esto bien.
Reiteraste que me amas, pero es difícil creerte porque si lo hicieras, al menos te preguntarias cómo he estado, si aún puedo reír, pero no lo habias hecho, quizas no querias saber nada de mi, pero no sé, no sé nada.
Estas tranquilo, eso es bueno, pero sé que sufres aunque sea un poco y que en el fondo igual te gustaría estar conmigo.
Yo pretendo empezar de cero si tu me dejas, pero si quieres que terminemos para hablarnos nunca más ya no lloraré como lo hice el domingo porque hoy puedo decir que soy una mujer más fuerte, que sólo quiere conversar para aclarar cosas, que quiere dejar este cajón cerrado para sólo mirarlo como un lindo recuerdo.
Tengo que seguir adelante para encontrar a alguien más en un futuro, no puedo quedarme estancada aqui porque Dios tiene un plan dispuesto para mi felicidad y no puedo dejarle todo el trabajo a el.
Mañana será un nuevo día, y renaceré

No hay comentarios:

Publicar un comentario